Besugo

Besugo Salvaje

Nuestro besugo salvaje procede de las mejores zonas del Cantábrico y Mediterráneo, donde estos magníficos ejemplares habitan en fondos rocosos entre 100-200 metros de profundidad desarrollando su característico sabor refinado, capturados mediante técnicas de pesca artesanal sostenible que respetan los ciclos naturales y garantizan la máxima calidad de este pescado.

El besugo salvaje se distingue por su cuerpo ovalado y comprimido lateralmente, con una coloración rosácea plateada con reflejos dorados y una característica mancha negra en la parte de la aleta dorsal que lo identifica inequívocamente. Su carne presenta un tono blanco con vetas rosadas que indican frescura excepcional y captura reciente en el momento óptimo de calidad.

El proceso de selección de nuestro besugo salvaje es riguroso y especializado. Cada ejemplar es evaluado individualmente por nuestros expertos pescaderos, verificando su estado, tamaño y calidad de la carne. Solo los besugos que cumplen nuestros estrictos estándares de calidad y frescura llegan hasta tu mesa.

La trazabilidad completa desde la captura hasta la entrega asegura que puedas disfrutar de nuestro besugo salvaje con total garantía de origen, sostenibilidad y máxima calidad.

Características y curiosidades del pez besugo

El pez besugo, conocido científicamente como Pagellus bogaraveo, es un pez de la familia de los espáridos que habita en fondos rocosos y arenosos del Atlántico y Mediterráneo. Su nombre proviene del latín “bis” (dos veces) y “oculus” (ojo), haciendo referencia a sus grandes ojos adaptados a la vida en aguas profundas donde la luz solar apenas esta presente.

Una característica fascinante del pescado besugo es su comportamiento hermafrodita. Todos los ejemplares nacen hembras y algunos se transforman en machos cuando alcanzan mayor tamaño y edad. Esta peculiaridad biológica hace que los besugos más grandes sean siempre machos, mientras que los ejemplares medianos son principalmente hembras en edad reproductiva.

El besugo salvaje posee una boca pequeña con dientes finos especializados en capturar pequeños crustáceos y moluscos. Su dieta variada basada en invertebrados contribuye directamente al desarrollo de su carne blanca, firme y sabrosa con ese toque marino delicado que lo caracteriza y lo diferencia de otros pescados.

Los ejemplares del Cantábrico se caracterizan por desarrollarse en aguas especialmente frías y oxigenadas, lo que les otorga una carne más firme, consistente y un sabor más intenso. El pez besugo puede vivir hasta 20 años y alcanzar los 50 cm de longitud, aunque los ejemplares comerciales más valorados miden entre 30-40 cm y pesan 600g-1,5kg, cuando su carne presenta el equilibrio perfecto entre jugosidad y firmeza.

Durante los meses de invierno, el besugo se acerca a zonas menos profundas antes de su época de reproducción primaveral, momento en que las capturas son más abundantes convirtiéndolo en el pescado estrella de las mesas navideñas.

¿Cuándo es mejor comprar besugo fresco?

La mejor época para comprar besugo fresco se extiende desde noviembre hasta marzo, coincidiendo con la temporada invernal cuando los ejemplares se acercan a zonas menos profundas y presentan su mejor condición física. Durante estos meses fríos, el besugo salvaje alcanza su máximo esplendor con una carne especialmente firme, jugosa y sabrosa.

Recetas fáciles y deliciosas con besugo

Nuestro besugo salvaje ofrece posibilidades culinarias excepcionales. Aquí tienes algunas recetas tradicionales para resaltar su sabor en casa:

• Besugo al horno: Limpia el besugo y realiza cortes superficiales en diagonal en ambos lados. Colócalo en una fuente de horno sobre rodajas de patata, cebolla y pimiento verde. Riega generosamente con aceite de oliva virgen extra, añade dientes de ajo laminados, perejil picado, un chorrito de vino blanco y sal. Hornea a 180°C durante 20-25 minutos (según tamaño) regando ocasionalmente con los jugos de la cocción hasta que la piel esté dorada y crujiente y la carne se desprenda fácilmente de la espina. Sirve directamente en la fuente para disfrutar del besugo en su preparación más clásica y auténtica, tal como se ha cocinado en España durante generaciones.
• Besugo a la espalda con limón: Abre el besugo completamente por la espalda dejándolo plano como una mariposa. Colócalo en una bandeja de horno con la piel hacia abajo. Aliña con aceite de oliva, zumo de limón, ajo picado, perejil, sal y pimienta. Hornea a 200°C durante 12-15 minutos hasta que la carne esté opaca y jugosa. Esta preparación tradicional del norte de España permite que el besugo se cocine de manera uniforme manteniendo toda su jugosidad y facilitando enormemente el servicio y consumo al eliminar la espina central antes de cocinar.
• Besugo en salsa verde con almejas: Dora ligeramente el besugo limpio en una cazuela con aceite de oliva y retíralo. En el mismo aceite, sofríe ajo picado sin que llegue a dorarse, añade harina y rehoga brevemente. Incorpora caldo de pescado, vino blanco, perejil abundante picado y las almejas. Cuando las almejas se abran, devuelve el besugo a la cazuela y cocina a fuego suave 8-10 minutos moviendo la cazuela para ligar la salsa. Sirve bien caliente en cazuela para disfrutar de este plato tradicional vasco lleno de sabor marino que combina perfectamente la delicadeza del besugo con la intensidad de las almejas.